Advertencia

Este blog se podría considerar ProAna o ProMia. Bien, ninguno de esos dos términos me gustan, y no tengo intención alguna de incitar a nadie a un determinado comportamiento. Aquí simplemente expreso mis ideales, que no tienen porque ser compartidos.

Si no eres ni Ana ni Mia pero quieres serlo, tampoco estás en el lugar indicado. Piénsalo bien antes de meterte en lugar que no conoces y que, te aseguro, no querrás conocer.

Dicho esto, si no estás de acuerdo o detestas los contenidos de esta página, ya sabes cómo se sale... Y a los demás, bienvenidos.